Danzar entre barricas

Nos gusta imitar a los equilibristas entre las barricas, compartir emociones y placeres líquidos. Recordar las cosechas, las vicisitudes de las añadas, las inclemencias climatológicas y la juventud de los vinos. Abrimos cada barrica, abordamos la experiencia mientras empuñamos una copa y extraemos el vino del interior mediante una pipeta, como una extensión de nuestro brazo, de nuestra sangre.

Las barricas son de roble y no todos los vinos son aptos para madurar en su interior. El vino debe tener aptitudes y visión de futuro. Debe ser capaz de integrarse con el oxígeno y avanzar, crecer y evolucionar.

La madera cede su sabor y aroma, y su esencia se integra lentamente, como si el tiempo no fuera una barrera, con el vino.

La madera de roble más utilizada procede de bosques franceses, americanos y del norte de Europa. Actualmente existen experiencias con roble español. Esto os lo contaremos en el próximo artículo.

 

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