Creemos en los vinos más que en las puntuaciones, en el modo de cultivar el viñedo y en las personas que han confiado en nuestro proyecto desde la primera añada que sacamos al mercado en 1999. ¡Qué tiempos aquellos! La Denominación de Origen emprendía un nuevo camino y la revolución de los vinos del Bierzo comenzó a forjarse.
Sin duda, una valoración positiva de la bodega o los vinos nos ayuda a penetrar en determinados mercados y ser más atractivos a los consumidores que quizá hayan oído hablar de nosotros o del Bierzo pero no han tenido la ocasión de profundizar y degustar las virtudes de la Mencía o la Godello.
Nosotros apostamos por la mejora continua y el crecimiento como bodega y como familia a favor del tiempo, implementando la gestión del cambio cultural y pensando en el público, en el disfrute de una copa de vino en cualquier lugar del planeta.
La calidad de las últimas vendimias y el posterior desarrollo enológico han sido factores claves para la obtención de resultados y una política de mejora enfocada a la madurez de los vinos con el paso del tiempo.
Las puntuaciones (sobre 100 puntos) de la Guía Peñín que han obtenido nuestros vinos de añada, con crianza en barrica, los que mimamos con esmero, del mismo modo que ellos nos cuidan cada día, son las siguientes:
Además, por primera vez, la primicia que lanzamos en 2017, Peique Garnacha Tintorera de la cosecha 2013, ha sido puntuado con 91 puntos por la prestigiosa Guía. ¡Gracias! Para nosotros supone el reconocimiento al esfuerzo y a la creación.
Las cualidades organolépticas que el equipo de cata de la Guía Peñín han destacado de nuestros vinos elaborados en Valtuille de Abajo han sido la frescura, la autenticidad y el aporte mineral como elementos diferenciadores del origen y la tendencia. Una puesta en valor por la Mencía que en Bodegas Peique cultivamos desde hace tres generaciones en el terruño del Bierzo.
