Con V de vendimia

Vendimia en El Bierzo | Bodegas Peique

Empieza por V y tiene lugar en el mes de septiembre. Tic tac, tic, tac, tic, tac. Un silencio. Vendimia. ¡Bien! Los aplausos del público. Aplaudimos el inicio de la vendimia en El Bierzo porque es como el cumpleaños de la familia Peique. Contamos los años por septiembres como el ciclo natural que nos marca e imprime su sello cada mes otoñal.

Las últimas cosechas fueron tempranas y la recolección comenzó en los diez primeros días de septiembre. Un hecho que nos llamó la atención al principio y en los bares del pueblo se hablaba de las anomalías que estaba provocando un posible cambio climático.

Los años se sucedieron y la normalidad regresó a la vendimia, las fechas más tempranas de septiembre fueron los días habituales para poner a punto los utensilios apropiados y contar con el equipo y la familia de bodegas Peique y lanzarnos en cuadrilla al campo.

Cómo es la vendimia en El Bierzo

Las personas nos mezclamos con la vegetación del viñedo, los tractores y los remolques aguardan en los caminos, en las sendas próximas a cada parcela para favorecer la mecánica del proceso. Algunos vendimiadores cortan las uvas y llenan los cestos o cajas hasta que el peso ronda los veinte o veinticinco kilos. Otros vendimiadores acarrean los cestos hasta los remolques.

Los líneos del viñedo se convierten en calles donde circulan personas en doble dirección. Es el apogeo de la viticultura, el momento de la consecución de los objetivos de un año. Si echamos la vista atrás nos veremos reflejados en el invierno, en la poda, en la explosión de los primeros brotes y la aparición de las primeras hojas.

Reflexionamos sobre la técnica que hemos desarrollado. ¿Ha sido la apropiada? Son decisiones importantes que condicionarán el futuro de nuestros vinos. Parámetros como la acidez, pH, color o polifenoles, nos dirán si hemos alcanzado el grado de madurez que perseguíamos.

Esta es la grandeza de las añadas, de la agricultura. No es un proceso homogéneo, presenta variables, constantes arbitrarias que no somos capaces de controlar y, en ocasiones, ni de intuir.

Durante la vendimia en El Bierzo surgen las anécdotas, la familia Peique se incrementa con los nuevos vendimiadores que llegan cada año. Si habéis vendimiado alguna vez sabréis que es una acción evocadora pero dura. Se necesita tesón y entrega para el desempeño de una labor crucial en la producción de la vid.

La recolección es en parte técnica y arte. Pero ante todo y sobre todo es el nexo de unión entre lo que la tierra da y la labor creadora de los viticultores en El Bierzo.

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