La vida en la familia Peique

La vida en la familia Peique | Bodegas Peique

En Peique somos una bodega, pero ante todo somos una familia. De eso no cabe duda. Año tras año lo corroboramos: cada vendimia, cada poda, cada reunión en Valtuille cuando ponemos en común nuestros puntos de vista sobre los vinos, el viñedo de Bierzo, las nuevas obras de nuestras instalaciones. Hoy te enseñamos cómo es la vida en la familia Peique.

Aunque seamos una familia no quiere decir que siempre estemos de acuerdo. Y eso es lo mejor, la aportación de cada miembro de la familia construye el proyecto Peique, desde la base, la viticultura, a la elaboración de los vinos, la enología, la comercialización y la administración. Cada faceta del proceso productivo es decisiva para el éxito y el reconocimiento, el propósito de nuestra iniciativa.

Luis padre y Jorge | Bodegas Peique

La visión de nuestra bodega ha variado en los últimos años. Si miramos atrás, cuando iniciamos nuestra aventura vitivinícola hace dieciocho años, podemos ver cómo hemos cambiado nuestro aspecto, nuestra presencia en los mercados. Hemos ampliado el equipo y cada vez contamos con más amistades que a través de Peique han conocido un pedazo del Bierzo.

Los comienzos de la familia Peique

La historia de la familia Peique comenzó mucho antes, cuando nuestro abuelo Ramón nos enseñó a cultivar el viñedo en las laderas de Valtuille, desde cómo teníamos que guiar las cepas y mimar la Mencía en función de los suelos o elaborar los vinos para mantener la esencia de la variedad, hasta la identificación de los gustos de los consumidores locales cuando el consumo de vino nada tenía que ver con las cifras actuales.

Y si Ramón fue el punto de partida, qué vamos a decir de nuestros padres, Sagrario y Luis, sin los que no hubiéramos logrado creer en la bodega ni tener el impulso suficiente para crecer y estar orgullosos de nuestro proyecto familiar hoy en día.

Luis Peique padre | Bodegas Peique

Cuando le propusimos a nuestro padre, Luis Peique, que sus hijos queríamos hacer de los viñedos de la familia nuestra forma de vida, poniendo en marcha una bodega familiar, no tuvo ninguna duda. Sin embargo, todavía reconoce que el cambio a la hora de gestionar una bodega con los métodos actuales le costó un triunfo, un par de años de adaptación, al menos.

Las noches en vela de nuestra madre, Sagrario, cuando Peique se convirtió en el nombre de una bodega, más allá de una pequeña diversión, ya quedaron en el olvido. Siempre nos recuerda con cariño cuando se ocupaba de traer las dieces, el bocadillo de las diez cuando nos íbamos el fin de semana a trabajar en los viñedos de Valtuille.

Y nosotros somos Mar, Jorge y Luis, los tres hermanos Peique que estamos orgullosos de formar parte de una familia. Una familia entregada a la sostenibilidad de los viñedos que viven desde hace más de noventa años en las laderas del pueblo que nos vio nacer en El Bierzo.

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