Somos del Bierzo y somos una familia. Nos gusta viajar y hablar de nuestro pueblo, de cómo cultivamos el viñedo, de las anécdotas en torno a una copa de vino del Bierzo y de la última vendimia.
Tenemos claro que la vida es un constante aprendizaje, un intercambio de experiencias y puntos de encuentro. La visión de cómo mejorar en nuestra bodega la hemos obtenido de aquí y de allá. Hemos emprendido viajes a otros pueblos y ciudades, a un lado y al otro del océano.
Viajar nos aporta la idea clara de formar parte de un todo, de la multiculturalidad, los idiomas y la comunicación. Somos uno de los países productores de vino más notables a nivel internacional. Vivimos la diferenciación como algo propio. Queremos destacar con lo que nos hace únicos. El entorno, la cultura, las tradiciones y el propósito de hacia dónde queremos ir marcan las emociones cotidianas, a las que nos enfrentamos cada día.
Cuando presentamos nuestros vinos a una audiencia nueva es un nuevo reto. Recientemente acudimos con otras bodegas del Bierzo a Varsovia donde tuvimos la oportunidad de mostrar las virtudes de la Mencía y la Godello a un público cada vez más exigente y formado en la cata de vinos.
A veces, el precio condiciona una compra o una venta, sobre todo si las partes implicadas no se conocen. El vino esconde secretos e historias que merecen la pena ser contadas. Hoy en día el mercado es abierto, los consumidores están deseando conocer y aprender de una copa de vino.
La presencia, la reputación de una marca, tiene un trabajo intenso detrás. ¿Cómo conquistar a un nuevo cliente? ¿Cómo hacer que esa persona se convierta en seguidor indiscutible de tu proyecto? Aquí reside el gran paso en la comercialización de los vinos. Formar e informar para convertirte en una referencia que no se pase de moda.
Desde hace unos años hemos creído en la necesidad de impulsar nuestro proyecto a través de internet. Una ventana al mundo que en la época de nuestros abuelos no existía. El cambio cultural es un cambio tecnológico y aquí radica nuestra apuesta.
Los tiempos están cambiando, las modas y los consumidores. Los espacios de consumo ya no son los mismos. ¿Recordáis la regla mágica del maridaje? Los blancos para pescados, los tintos para la carne y los rosados para los arroces. Este concepto ha evolucionado, las disciplinas gastronómicas ya no son ortodoxas, al igual que la estética o la indumentaria.
Después de regresar de Polonia, de conocer a personas que han disfrutado de nuestros vinos del Bierzo, del compañerismo de una zona que nos hace únicos. Ahora es el momento de vender, de ser una referencia, de que la gente ame lo que nosotros amamos.